Con una campaña austera, Milei le ganó a todos los millonarios aparatos partidarios
Javier Milei lo hizo: provocó un terremoto electoral en la noche del domingo 13 de agosto al ganar sorpresivamente en el país las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, (Paso)
Lo del economista libertario fue una proeza electoral porque consiguió 7,1 millones de votantes con una campaña austera, sin estructura partidaria, sin gobiernos federales y municipales, sin fiscales en todas las mesas, sin movilización de electores y sufriendo operaciones de encuestadores y periodistas, según acusa él, “ensobrados”. Quizá su idolatría carismática sea lo que explique el tsunami electoral por encima de sus ideas radicales, entre ellas abolir el Banco Central.
Mientras el larretismo, el bullrichismo, el massismo y el schiarettismo, hicieron despliegue de un aparato publicitario y partidario descomunal, Milei no tuvo presencia en cartelería en vía pública (al menos en Córdoba) y limitó su presencia en los medios de comunicación a la pauta asignada por la justicia electoral y a las entrevistas concedidas a los programas políticos.
Milei expresa con enojo y pasión el cansancio por lo conocido. Que se vino manifestando con el ausentismo en las elecciones para intendente y gobernador, en Córdoba, y las provinciales, en el resto del país. Lo que pasa es que la apatía y la bronca tuvo esta vez un candidato que la expresa. Similar a Trump y Bolsonaro. En términos de gobernabilidad, Milei es un viaje a lo desconocido. ¿Tiene el libertario un equipo para gobernar la Argentina? ¿Son viables sus ideas radicales?
En campaña, Milei visitó Córdoba apenas unas horas y eso le sirvió para obtener una victoria inesperada y rotunda en casi todos los departamentos provinciales, incluida la Capital retenida por el PJ en la elección para gobernador e intendente. El libertario hizo incluso una gran elección en los barrios populares, donde el voto cautivo del PJ gobernante pisa fuerte.
Milei se burló de los pronosticadores que vaticinaban “ni siquiera un tercer lugar” en el escrutinio. “Okeyyyy….”, dijo con tono sarcástico provocando el aplauso de sus seguidores.
El líder de La Libertad Avanza habló este domingo de la posibilidad de asumir el 10 de diciembre, de un posible contacto con el Fondo Monetario Internacional luego de su triunfo electoral y también vaticinó un escenario incierto para la apertura de los mercados.
“Estamos preparados para distintos tipos de escenarios, en principio para nosotros eso no representa un problema. Estamos preparados para gobernar hoy si es necesario”, afirmó en diálogo con radio Continental.
Tras el fracaso electoral, el Gobierno devaluó el dólar oficial 20 por ciento y el blue se vendía a 680 pesos. La consecuencia de votar a un outsider que propone la dolarización económica tiene costo: el peso vale menos, se acelera el impuesto inflacionario y somos más pobres. Los mercados siempre reaccionan negativamente a los extremos electorales.
El hombre que reivindica los gobiernos de Menem y Macri, apoya la libre portación de armas y la venta de órganos, pretende arancelar la educación y la salud pública, hace apología del recorte del gasto público, y repudia el Estado del bienestar y la justicia social, se recibió anoche de competidor serio de cara a la elección general de octubre. Dejó de ser un fenómeno solo mediático o porteño, según lo minimizaban. Desde ahora, tanto desde el oficialismo kirchnerista como de Juntos por el Cambio miran con recelo al nuevo exponente nacional del grito del 2001 del que se vayan todos.
El altisonante discurso contra la casta política “parasitaria, chorra e inútil” tiene ahora un piso de siete millones de replicantes, un peso más devaluado y una población más empobrecida.