Con una inflación a la baja, ¿es conveniente comprar en cuotas y stockearse con alimentos?
(Nicolás Litvinoff, de Es tu dinero) En Argentina, estamos acostumbrados a lidiar con una inflación descontrolada, donde cada gasto parecía urgente y necesario. Sin embargo, con la reciente baja de la inflación, es vital cambiar el chip en nuestros hábitos de consumo, ya que seguir gastando como si la inflación estuviera por las nubes puede significar perder oportunidades de ahorro y tomar decisiones innecesariamente costosas. Veamos algunos ejemplos:
¿Descuento en efectivo o 3 cuotas sin interés?:
En tiempos de alta inflación, comprar en cuotas era una estrategia común para intentar con ello que la deuda se licue en el tiempo. Sin embargo, con el cambio de contexto inflacionario, esta táctica necesita ser revisada. Ahora, puede resultar más conveniente aprovechar descuentos superiores al 10% por pago en efectivo o en una sola cuota, en lugar de optar por 2 o 3 cuotas sin interés. Esto se debe a que el beneficio inmediato del descuento puede superar el pequeño ahorro que representaría la inflación sobre las cuotas a corto plazo.
Además, cuando se ofrecen planes de 6 o más cuotas sin interés, es esencial investigar previamente cuánto costaría el mismo producto pagándolo en efectivo en otro comercio. En muchos casos, puede haber un interés oculto camuflado en el precio total del producto cuando se financia a largo plazo. Comparar precios y condiciones de pago puede ayudarte a evitar sorpresas y a aprovechar verdaderas ofertas.
Pago mínimo del resumen de la tarjeta:
Aunque realizar el pago mínimo del resumen de la tarjeta de crédito nunca es una buena práctica, en el contexto actual de tasas en descenso, es aún menos recomendable. Esto se debe a que los bancos aún no han reducido significativamente las tasas de financiación que cobran a sus clientes. Como resultado, el costo financiero de optar por el pago mínimo sigue siendo alto y puede afectar gravemente tus finanzas personales. En lugar de acumular deuda a tasas elevadas, es preferible ajustar el presupuesto para poder cubrir el total del resumen mensual o, al menos, pagar una suma considerablemente superior al mínimo.
Adelanto de consumo corriente:
Con una inflación en descenso, la estrategia de stockearse con alimentos no perecederos, artículos de higiene personal y productos para el hogar pierde su atractivo. Antes, esta práctica tenía sentido para adelantarse a futuros aumentos de precios, pero ahora, muchos precios en estos rubros se mantienen estables o incluso disminuyen debido a ofertas agresivas de los grandes supermercados que buscan evitar la acumulación de inventarios ante la caída de la demanda. Por lo tanto, seguir stockeando productos como si la inflación fuera a seguir subiendo puede resultar contraproducente.
Como se ve, seguir comprando y gastando en base a un chip desactualizado puede ser nocivo para tu presupuesto mensual. Evaluar opciones, comparar precios y evitar endeudamientos innecesarios son pasos esenciales para mantener tus finanzas saludables en este nuevo escenario.