Del programa “Lo tengo” a no tener ningún servicio

En el año 2016, en la presentación del programa Lo Tengo (aquisición de lotes fiscales) se informa que se dispondrá de 276 lotes en barrio Vicor (llamado Vicor A).

En el 2019, se adjudican los lotes con el predio cercado, el alumbrado público funcionando y el servicio de custodia permanente designado por la Dirección de Vivienda. No había posibilidad de solicitar el servicio de agua corriente y electricidad por no contar con designación catastral.

En noviembre de 2019, finaliza el servicio de custodia previsto por la Dirección de Vivienda, por lo tanto, vecinos autoconvocados contratan variados servicios de vigilancia debido a los riesgos de usurpación, robo de materiales y vandalismo.

En mayo del 2022, se presenta formalmente al CPC de Villa El Libertador, en el área de mesa de entrada notas solicitando desmalezamiento de espacios verdes y recolección de residuos debido al estado de deterioro del mismo. 

Tres meses más tarde, por fallas del alumbrado público se produce un cortocircuito que provoca un pequeño incendio y deja sin alumbrado al 80 por ciento del barrio. Se inician entonces reclamos a Defensa Civil, Epec, Dirección de Vivienda, CPC Villa El Libertador y Policía Barrial. 

“Al día de la fecha continuamos sin respuesta”, afirma Cecilia Vélez, autoconvocada, quien lleva una detallada cronología de los hechos. “Somos parias porque nadie se hace cargo de nosotros”, dice, porque nadie les presta atención por no estar registrados catastralmente. 

El barrio Vicor A colinda con Héroes de Malvinas, San Luis de Francia, Kairos y San Ignacio de Horizonte. Son seis manzanas donde viven 40 familias y hay un centenar de lotes en obra. Esto hace que los robos de materiales sean una constante debido a la oscuridad del barrio. Y como es tierra inhóspita los carreros ingresan a tirar la basura y merodean constantemente. 

“El otro día a las once de la noche la perra ladraba me asomo y me doy con un tipo llevándose materiales de obra”, relata Cecilia. 

“Hace una semana reventaron una puerta y se llevaron todo de una familia que tenía que mudarse. Otra casa de la manzana 1 prefabricada la vaciaron”, cuenta Luciano Maldonado. “Acá te puede pasar algo que nadie se entera porque es una boca de lobo”, agrega. 

El único farol de una cuadra lo puso Franco Petraglia. “El barrio fue creciendo, empezó a verse construcciones y los problemas comenzaron a notarse más”, dice. 

“Se viven pasando la pelota”, dice Cecilia. “En la Dirección de Vivienda nos dicen que se tiene que hacer cargo la muni, y en la muni nos dicen lo contrario”. 

La cuestión es que el barrio no tiene recolección de residuos, mantenimiento de los espacios verdes, mantenimiento del alumbrado y la policía barrial solo se ve algunos días patrullando. 

Carlos Prado cuenta que se han robado varias térmicas de las viviendas y los cables de la instalación del alumbrado. 

La única luz en el sector la aportan San Ignacio de Horizonte y Héroes de Malvinas. “Ellos tienen todos los servicios hasta polideportivo. Nosotros que pagamos el lote y los créditos por la casa no tenemos nada”, subraya Cecilia. La mayoría de las casas fueron construidas a través del programa de crédito Procrear. 

Desde el momento en que le entregaron la tenencia de los lotes, el poder de turno se desentendió del funcionamiento del barrio. Los tratan como si vivieran en un baldío. 

Vélez cuenta que se reunió dos veces “con el subdirector del CPC, Lorenzo”, y que habló con “el arquitecto Germán Giacuzzi y Pablo Burgos de Vivienda”, pero no obtuvo solución alguna. 

Lo que más urge es la iluminación en el sector porque la noche es una boca de lobo.

“Estamos tan alejados de todo que si te matan no se entera nadie”, grafica Maldonado.

El único colectivo que llega a la zona es el 33. 

Por último, señalan que presentaron decenas de reclamos por la App Ciudadana, atento a lo solicitado por el CPC, pero lo desestiman “porque figuramos que no existimos”, concluyen. 

 

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