El conductor temerario de la Chacabuco tenía antecedentes por desmayos
El fiscal a cargo de la investigación del desastre que ocasionó el contador Cristian Joaquín Pacha (68) confirmó que fue imputado por lesiones culposas y precisó que sufría de desmayos y que ya había protagonizado otros choques anteriores.
Así lo declaró hoy Ernesto de Aragón a los medios locales.
“Más allá de lo que ha manifestado, hemos podido tener acceso a sus antecedentes médicos y registra episodios, cuestiones del sistema nervioso central, cuestiones de desmayos, desvanecimientos y problemas motrices. Entendemos que fortalecería la hipótesis de que ha sufrido ese tipo de descompensación. Me ha inclinado a pensar que por los antecedentes, puede haber una imprudencia al ponerse atrás del volante. Sé que desde hace varios años viene con distintos episodios de descompensaciones, de esa índole”, reveló el funcionario judicial a Radio Mitre y Canal 12.
Al mando de su Toyota Corolla, el temerario conductor choco este jueves a una veintena de personas en pleno barrio Centro de la ciudad, una de las cuales es una joven mujer en grave estado a la que tuvieron que amputarle una pierna.
Pacha permanece internado en un sanatorio privado con custodia policial en calidad de aprehendido, a la espera de que el fiscal le tome declaración indagatoria y dictamine su situación judicial.
De momento fue imputado por “lesiones culposas agravadas” aunque a partir de los peritajes, la declaración indagatoria y testimonios, el fiscal deberá resolver la situación judicial. “Nos pondremos con otro tipo de medidas para esclarecer con peritajes (el hecho). Los técnicos peritos serán fundamentales”, agregó a Mitre.
Si bien “estaba habilitado para manejar, sin impedimento legal”, el fiscal dijo que deberá determinar si podía hacerlo en “su condición de salud”. “Sé que ha tenido otros accidentes, pero no sé si trascendieron a nivel penal”, añadió.
Especialistas en seguridad vial consultados indicaron que la causa real del desastre vial es la alta velocidad en la que se circulaba el temerario conductor por una de las calles con mayor afluencia de vehículos y peatones de la ciudad, como lo es el bulevar Chacabuco. De haber circulado a menor velocidad, el daño habría sido menor y no el desastre provocado por su imprudencia.