El ladrón de Villa El Libertador que entra a robar descalzo lo hizo de nuevo: desvalijó una casa
Una joven pareja de Villa El Libertador fue víctima de un malviviente que tiene a maltraer a un sector del barrio.
La característica de este sujeto, al que tienen perfectamente individualizado -saben de su nombre, apodo, edad, domicilio y antecedentes- es robar descalzo, obviamente para neutralizar los ruidos. Y otro rasgo es que suele actuar en horas de la mañana, preferentemente.
Esta vez, la víctima del robo es Florencia González, una joven madre de 22 años que vive en calle Altos de Flores.
Esta mañana, Florencia se encontraba junto a su beba de un año en la habitación de la casa. El reloj marcaba las nueve horas. Su pareja y padre de la niña se había ido a trabajar.
En ese trance, la joven mamá sintió ladrar a la perra, pero “ahí no me levanté porque pensé que era mi suegro”. Sin embargo, otro ruido extraño la inquietó y la impulsó a vestirse. Un ruido metálico.
Cuando se levantó y fue a la cocina, advirtió que acababa de ser robada porque el portón había sido forzado. Y comprobó, en un inventario mental de los bienes del hogar, que le robaron: un TV LED de 40 pulgadas, un parlante portátil, una garrafa de 10 kg (ese era el ruido metálico), una cafetera, una planchita para el pelo, un secador, un set de maquillaje, una máquina de afeitar de mano, y una practi cuna nueva cuya imagen ilustra esta nota.
“Lo que más lamentamos es la practi cuna porque la habíamos comprado como regalo para un sobrinito”, dice Florencia. “Les pido a la gente que si se las quieren vender no la compren o la denuncien”.
La dueña del hogar calculó que le llevó “diez minutos” al malviviente alzarse con todo. Cargarlo en un carro y tomarse el buque, sin hacer ruido. Es decir: el delito contra la propiedad incluyó el rodado para transportar lo robado.
Florencia formuló la denuncia penal en la Unidad Judicial 3 y espera una pronta respuesta policial porque se trataría de alguien con antecedentes archi conocidos.
“Hasta se olvidó los criollos calentitos que había comprado antes de robarnos”, cuenta Florencia, quien según le contaron otros vecinos “una vez se olvidó las zapatillas en la casa que robó” porque se las saca antes de entrar. Y agregó que “a una vecina ya le robó tres veces”.