¿Está Milei capacitado para gobernar? ¿El Massa presidente puede ser mejor que el ministro inflacionario?

(Mario Albera) Sergio Massa logró instalar en el debate presidencial la idea de que Javier Milei no está preparado para ser presidente del país por su supuesto desconocimiento del Estado y por su inestabilidad emocional. 

La única experiencia de Milei con la cosa pública son estos dos años como diputado nacional; el resto de su vida lo dedicó a la actividad privada.  Paradojalmente, esta es su fortaleza; lo votan porque es un outsider sin prontuario político.

Su iracundia y autenticidad cautiva a sus seguidores (por algo lo dieron ganador del debate en la votación de las redes sociales), pero genera dudas cómo la gestionaría sentado en la “silla eléctrica” presidencial. ¿Será tolerante o autoritario a la frustración y adversidades?  

El desconocimiento de Milei no tiene que ver con la chicana de Massa sobre si sabe lo que es “el Gede” (sistema electrónico de gestión de expedientes) Lo grave en Milei es que clausure las relaciones diplomáticas con dos socios comerciales estratégicos de Argentina como China y Brasil, solo por razones ideológicas. “El comercio es entre privados, allí no me meto”, se justifica. Estados Unidos y China son el agua y el aceite, pero sus presidentes dialogan y fijan las reglas del juego para los privados. También es cierto es que Biden y Xi Jinping se critican con munición gruesa. 

La dolarización de la economía y el cierre del Central también genera dudas. Hay un consenso generalizado de que la dolarización sin reservas en el Central es de improbable realización técnica y política ya que tampoco tendría los votos suficientes en el Congreso para aprobar estas reformas. 

“No soy dogmático, soy bilardista, con lo cual soy pragmático”, dijo en la última entrevista al programa A dos voces, sugiriendo que puede acomodarse a la realidad.

También confirmó sin ruborizarse que de ganar implementará un programa clásico de ajuste y privatizaciones “para evitar que estalle la bomba que nos deja este gobierno”. “La bomba” es la hiperinflación. 

Genera dudas de que el libertario tenga la capacidad y fortaleza para implementar un cambio económico y cultural de raíz que termine siendo socialmente más traumático que el actual contexto inflacionario y de pobreza kirchnerista. Si a Macri le arrojaron 14 toneladas de piedra por una reforma previsional, Milei tendrá que gobernar con la calle prendida fuego desde el primer día.

Para esquivar a un Congreso adverso, Milei argumenta que gobernará con referéndum lo que no tiene antecedentes en la historia democrática del país.

Para los críticos, el candidato de La Libertad Avanza representa un “peligro para la democracia”, pero ninguna de las reformas de fondo que propone -incluso las más extravagantes como la libre portación de armas- podrán avanzar sin el acuerdo con el PJ.

Milei expresa la bronca y el hartazgo mayoritario hacia la “casta política”, sobre todo kirchnerista. Representa el cambio disruptivo e ¿impredecible? Es liberal, así que es de esperar más mercado y menos Estado.   

¿Está Milei capacitado para ser presidente? El libertario contestaría que tiene el equipo preparado para “desembarcar hoy mismo”. 

Massa 

El candidato de Unión por la Patria conoce los vericuetos del Estado tras ocupar distintas funciones públicas en estos últimos veinte años. Fue diputado opositor, ex y actual funcionario K. Dejó claro en el debate su pericia como político profesional.  

Quizá Massa pueda exhibir un equipo económico formado, pero su gestión es un fracaso. La pobreza, el dólar y la inflación superan al olvidable macrismo.

¿Podrá el Massa presidente remontar el aplazo del Massa ministro de Economía? ¿Por qué podría mañana si no pudo ahora?

Porque el año próximo, responde él, no habrá sequía e ingresarán suficientes dólares de las retenciones por la venta de soja para alivio del tesoro. Porque replanteará los vencimientos con el FMI que este año condicionaron su gestión. Y porque con Vaca Muerta saldremos del déficit energético. Todo el plan pareciera reducirse a un aumento coyuntural de las exportaciones. 

Para despejar las dudas de un doble comando con Cristina Kirchner (¿otro Alberto Fernández?), le dijo al programa A dos voces que “a mí no me maneja nadie”. Y agregó: “Quien diga eso, es porque no me conoce”. 

Cristina dejará de ser vicepresidenta en diciembre próximo, pero los diputados y senadores electos de Unión por la Patria responden a “la Jefa”. Massa necesitará de ella para las reformas legislativas.

Massa promete “un gobierno de unidad nacional”, conformado por los mejores de otros partidos. Y también promete terminar con la grieta ideológica, pero encabeza una campaña de miedo en contra de su adversario en el balotaje. Agrieta más. 

Cabe preguntarse si sus promesas e intenciones resultan confiables, además por la metamorfosis política brutal de ser un opositor a terminar siendo un aliado K. 

Los votantes kirchneristas de paladar negro votan al tigrense por sola supervivencia y preservación política, pero desconfían de que traicione a Cristina y que dé un giro copernicano a la ortodoxia económica que lo vuelva indigerible.  “Vos sos medio fullero, che”, le espetó en público Cristina a Massa. Fullero igual a tramposo. En su destrato hacia el otro Cristina se parece a Milei.   

Massa habla de un nuevo tiempo político con él en la Casa Rosada. “Se viene la Argentina que estabas esperando”, es su eslogan de campaña. Si es el “post kirchnerismo”, está por verse. Los votantes independientes tienen derecho a preguntarse si creen que el candidato de Unión por la Patria puede ser un presidente honrado, republicano, calificado y eficaz contra la inflación permanente, la inseguridad y el cáncer de la corrupción estatal. 

Massa expresa la continuidad con cambio puesto que pretende mantener lo hecho por 16 años de gobiernos kirchneristas y corregir lo mal hecho. ¿Representa un cambio predecible? Lo previsible es que es más Estado y menos mercado. O más mercado que los K. Se verá.  

¿El Massa presidente puede ser una mejor versión que el ministro inflacionario? Massa contestaría que sí porque el año próximo no habrá sequía e ingresarán los dólares de la soja que traerán alivio económico. 

TOMAMOS LA ÚLTIMA ENTREVISTA REALIZADA POR A DOS VOCES A LOS DOS CANDIDATOS PREVIA AL BALOTAJE

 

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