La JP cordobesista de La Décima empieza a organizarse en la provincia más libertaria

La convocatoria fue en la noche del jueves en un club de barrio en la zona suroeste de la Capital.

En este caso, el C.A. All Boys, en barrio Ampliación Rosedal, fue el escenario donde 250 jóvenes se encontraron en un mitín partidario para alimentar el espíritu militante.  

“Fue la continuación de un trabajo que se viene llevando a cabo en distintas seccionales”, confió una asistente al evento.

Son los jóvenes de la seccional Décima que comienzan a movilizarse (y a organizarse) para militar el “Cordobesismo” con miras al año electoral próximo.

El Cordobesismo es el eufemismo para identificar a la gestión llaryorista, continuidad de la obra maestra pergeñada por “el Gallego” y “el Gringo” de “desperonizar” la gestión (al menos desde el nombre) para perpetuarse en una provincia con tradición gorilense. Aunque después de 25 años en el poder, empieza a estar en duda el ADN simiesco de sus habitantes.   

“El eje es acercar la gestión de Martín Llaryora y Daniel Passerini a los vecinos, centros vecinales, merenderos y organizaciones vecinales”, detalla la fuente. 

Un núcleo duro de votantes de Javier Milei son los jóvenes. A diferencia de los mozalbetes libertarios, hábiles en el uso intensivo de los memes para alabar al líder y demoler a adversarios, los muchachitos peronistas buscan volver a las fuentes -o sea, al territorio, al cara a cara y al paternal “¡cómo le va, doña!”- para salir a defender los trapos del poder gobernante y desmentir que la juventud haya mutado de maravillosa a libertaria.     

“Es pedido del gobernador acompañar y acercar la gestión del proyecto político que lidera, a cada seccional y subcircuito, tarea que viene interpretando un grupo de juventud”, explica el mismo informante a este medio.

El encargado de motivar a los imberbes fue el diputado nacional Ignacio García Aresca, compañero de vida del gobernador y en su momento heredero del “trono municipal” como intendente sanfrancisqueño.  

Aresca buscó persuadir a los pibes sobre la defensa de las bondades del cordobesismo, creyente en el Estado benefactor y asistencialista a diferencia del Estado mínimo, austero y el fundamentalismo de mercado que predica y aplica Javo. 

Además del diputado, funcionarios de segunda línea de la Agencia Córdoba Joven también participaron de este especie de coaching partidario tendiente a organizar, inculcar optimismo, desempolvar “la Marchita” y volver a unirse para triunfar, en la provincia argentina donde más leones se despertaron un domingo para consagrar como presidente a un outsider.    

 

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