Veinte años reclamando el asfalto en Arani 5700
Los vecinos de calle Arani 5700, en Villa El Libertador, reclaman hace más de veinte años el asfalto y el cordón cuneta.
Entrevistados por La Décima, los vecinos de la cuadra manifestaron su malestar por tantas promesas incumplidas.
“Hace veinte años que estamos en la misma situación, cada vez que llueve es la misma historia de siempre. Prometieron el cordón cuneta y el asfalto, pero la verdad es que seguimos viviendo como los chanchos“, dice un señor de gorra.
El lugar empeoró luego del paso de la red cloacal. La calle quedó más arriba que las casas, por lo tanto, cuando llueve intensamente el sector se convierte en un pantano y algunas viviendas se inundan.
“Años atrás hicieron un mejorado que duró tres años donde podían entrar patrulleros, ambulancias y remises, pero vinieron los de las cloacas, rompieron hicieron pozos y han socavado”, dice otro señor, indignado.
Los vecinos necesitan una solución “urgente”. Paciencia les sobra: hace veinte, o más años, esperando una solución.
“Tenemos hijos que van a la escuela, adultos mayores; nadie puede salir de sus casas cuando llueve”, apunta otro vecino.
Una señora escuchó que la negativa a asfaltar sería “porque es una calle sin salida”. “Pero yo conozco de calles cerradas con asfalto”, dice la vecina.
“Es la cuadra olvidada de Villa El Libertador”, apunta el vecino más enojado, de remera celeste. “Cada vez que los señores políticos se vienen a postular para concejal, perro o gato…” no cumplen. “Son perras mentiras, ninguno se planta con la verdad”, denuncia.
En los doscientos metros de extensión funcionan una despensa, un gimnasio y un taller mecánico, que por supuesto, cuando llueve y la calle se embarra, pierden a su clientela porque nadie puede entrar al lugar.
El presidente del Centro Vecinal, Jonathan Barrera, dice haberle cursado notas a la dirección del CPC 6 sobre la problemática. Aún espera una respuesta convincente, más allá de las máquinas para nivelar el lugar, que es urgente.
Después de la intensa lluvia del miércoles, casi no se puede transitar. La tierra de la calle sigue blanda, barrosa, con guadales y toda poceada.
Lo insólito, según denuncian los vecinos, es que la calle figuraría como “asfaltada” en Catastro Municipal. Si es así, es una tomada de pelo. Cara a los vecinos, porque tienen que pagar una tasa por un servicio que carecen.