Comerciantes de la Armada Argentina: “Minga los vecinos, ni el loro va a quedar aquí”

Los comerciantes de la avenida Armada Argentina, a la altura del CPC 6, en su mayoría están molestos por el perjuicio económico que le está ocasionando la obra del altonivel para Villa El Libertador.  

Las ventas bajaron fuertemente, y además de la crisis económica general, lo atribuyen a los contratiempos propios del avance de la megaobra vial. 

Uno de los más molestos es Hugo, dueño de una colchonería en el sector, quien dice que ya cerraron dos comercios en el último tiempo. 

“No sé cómo voy a pagar el alquiler de junio, porque no se vende nada”, dice, y cuestiona la poca empatía de los gobernantes con el comerciante que paga sus impuestos. 

“Ni el intendente ni el gobernador nos vino a decir que mientras se haga esta obra nos saca algún impuesto para aliviar la situación, ¡minga!”. “Muy lindo, una obra faraónica, pero ni el loro va a quedar de acá a un año”, afirmó. 

A metros de allí, las ventas de un negocio de artículos de limpieza, cayeron un cincuenta por ciento. “Bajó un montón la venta por el tema de que tampoco se permiten varios ingresos”, dijo Ramón Ligorria, el encargado a La Décima. 

En la calle colectora recién hecha está el cartel de prohibido estacionar por el hecho de que es una vía angosta y transitada. Pero esto conspira contra la llegada de los clientes.

“Nosotros en un momento quedamos desconectados de la avenida Armada Argentina y ni un auto entraba por allí”, cuenta Sergio Loss, encargado de la estación de servicio de calle Defensa. “Ahora, mirando la obra con onda, capaz que con la nueva rotonda el día de mañana ganemos más clientes del lado de Residencial Sud”, agregó.

Alfredo Benevento, dueño de una gomería, calcula que sus ventas cayeron “un setenta por ciento”. “Y no sabemos qué va a pasar cuando quedemos debajo del puente, si la cosa empeora o no”, razona. 

“Tuvimos quince días bravos, cuando los autos no podían circular” por la colectora, cuenta Matías Maldonado, dueño de un local de lubricantes. “Ahora que dejan circular está queriendo repuntar, pero tampoco sabemos qué pasará mañana cuando esté la obra hecha, si los terrenos que queden debajo del puente se van a desvalorizar”, dijo. 

“Afectó un montón la obra porque los autos siguen de largo y no pueden estacionar”, cuenta Carlos Molina, quien calcula en un “cuarenta por ciento” la caída en las ventas en su ferretería. 

Mariana Darssie, dueña de un local de venta de motos, está contenta porque al menos pavimentaron la colectora que antiguamente era de tierra. Respecto a las ventas, dice que “han caído”, pero no sabe si por la crisis o la obra.

En un negocio de venta de productos eléctricos conjeturan lo mismo. “Las ventas están algo frenadas, pero no sabemos si esto obedece a la situación económica en general o a la obra”, dice Lucas Leyría. 

El legislador de Juntos por el Cambio, Dante Rossi, solicitó a través de un proyecto de ley la eximición del pago del impuesto inmobiliario de la Provincia para todos aquellos titulares de comercios ubicados sobre Avenida Armada Argentina, en donde se realicen trabajos que dificulten la circulación y/o el estacionamiento.

“No dudamos de la importancia de la misma (se refiere a la obra), pero creemos que en un momento tan difícil desde el punto de vista económico y social por el que atraviesa la Argentina, el estado debe tener solidaridad y no asistir pasivo al deterioro económico de muchos comerciantes que sufren las consecuencias”, apuntó en sus argumentos el legislador opositor.

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