Comerciantes de VEL: “No somos ningunos vivos, también queremos trabajar”

Comerciantes de Villa El Libertador salieron a defender hoy su derecho al trabajo y a resistir el cierre de sus negocios frente al confinamiento estricto de nueve días dispuesto por un nuevo decreto de necesidad y urgencia del Gobierno nacional para contener y mitigar la propagación de la epidemia de Covid-19.

Los comerciantes reaccionaron así a un operativo de fiscalización y control municipal que bajó la orden de cerrar los negocios no esenciales para evitar ser labrados y multados económicamente.

Tres inspectores junto a policías se encargaron de relevar los comercios de la avenida de Mayo y Río Negro y transmitirles el mensaje de cierre.

El operativo fue motivado por una denuncia anónima de una supuesta comerciante del centro que expuso a través de un video el contraste desigual de comercios cerrados y peatonales vacías en el centro, y de locales abiertos y paseantes numerosos en las calles de la Villa.

“Nosotros queremos trabajar porque tenemos que comer y pagar los impuestos, no somos ningunos vivos”, dijo uno de los comerciantes. “No se trata de resistir, sino del derecho a trabajar”, dijo otra. “El gobierno tiene que encargarse de conseguir las vacunas y dejarnos trabajar”, argumenta otro.

Los comerciantes movilizados reclamaron a los inspectores poder trabajar en una entrevista informal mantenido en la plaza principal. El supervisor municipal José Peirotti reiteró que solo pueden hacerlo los esenciales y el resto solo pueden trabajar con la modalidad delivery (entregas de compras on line)

“Nosotros no provocamos los contagios porque nos manejamos con protocolo”, argumentaban los movilizados. “El tema no es ese, sino la circulación que provocan los comercios abiertos”, respondía el supervisor quien se excusó diciendo que él no era autoridad para darles una solución. “Que venga Siciliano a dar la cara, entonces”, vociferaron algunos en alusión al secretario de Gobierno, Miguel Siciliano, de quien  depende el área de control y fiscalización.

Los puesteros de la plaza también fueron removidos y sobre el sector se ejerce un férreo control para evitar las aglomeraciones de gente.

En la última semana, Córdoba se convirtió en el segundo distrito con más contagios en el país lo que estresa a todo el sistema sanitario, desde los centros de testeos a la ocupación de camas críticas.

El video viral anónimo provocó la virtual militarización del barrio a través del despliegue de más efectivos y móviles; buscan evitar las aglomeraciones en espacios públicos. Las camionetas policiales empezaban a trasladar las vallas para presumiblemente cercar toda la plaza.

El ministro de Seguridad Alfonso Mosquera reconoció en Cadena 3 que este despliegue obedeció a la circulación del video viral.  También así lo reconocieron los mismos inspectores que hoy bajaron el mensaje de cierre a los comercios y el de no trabajo a los puesteros.

El video expuso el trato supuestamente preferencial del poder político al núcleo de votantes del partido de gobierno que viven en la zona. La mayoría del vecindario piensa que la cuarentena en el lugar ha sido “una joda” por el relajamiento propio de los vecinos y por la absoluta falta de controles en su momento.

La autora del video trata de “vivos” a quienes se comportan por necesidad y sobreactúa su espanto por un día normal en el barrio. “No sabe lo que es una plaza estallada de gente”, apuntó un comerciante.

Aunque les permitan abrir, tampoco hay demasiada demanda por la notable caída del consumo generada por la pandemia económica que trajo más pobreza, miseria, desempleo e informalidad.

La entrevista con los comerciantes:

 

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