En cooperativa Los Manantiales 2, el agua es un recurso escaso y desesperante ante el Covid-19
Hay setenta familias en un barrio cooperativo ubicado al sureste de la ciudad de Córdoba que desde hace tiempo viven una situación desesperante.
Se trata de la cooperativa Los Manantiales 2, localizada al fondo del barrio Cabildo y cuyos terrenos colindas con el campus de la Universidad Católica de Córdoba.
Sus habitantes luchan a diario por acceder al agua potable, un recurso escasísimo para todos ellos.
Alejandra Bazán, vecina del sector, se comunicó con este medio para contar la problemática que padecen desde hace un tiempo.
“Tenemos una conexión de agua clandestina que viene de Cabildo y de las siete manzanas que tiene el barrio solo las dos primeras tienen agua mientras que el resto directamente no tiene agua porque la presión es muy baja”, cuenta Bazán.
La opción, entonces, es pagar por un derecho humano y básico universal, aunque en este caso la situación es inversa: la lucha por el acceso diario es inhumana y no es universal porque unos tienen y otros no.
“El agua es un recurso esencial e indispensable para nosotros porque tenemos niños pequeños y con esto del covid es desesperante no tener agua potable”, explica la vecina.
La forma de acceder al agua es pagando por el servicio. “Lo mínimo que cobran es de $ 800 por tanque y muchas veces no quieren cargar más de dos casas”, precisa Bazán sobre el servicio
“Hará cosa de 15 días, se logró por medio de la subsecretaría de CPC que nos envíen una vez por semana un camión cisterna sin costo”, apunta.
El asentamiento hoy está en el limbo jurídico, y por ende, lo están sus habitantes porque la cooperativa como tal dejó de existir y porque el terreno sigue figurando en catastro como parcela completa.
“Cuando existía la cooperativa quedaron en hacer la conexión pero se desvincularon y el barrio quedó sin nada”, cuenta Bazán. Y agrega: “La cooperativa le transfirió todo al dueño de los terrenos y este jamás lo loteó, entonces no podemos pedir el agua porque figura como parcela completa”.
“Nos hemos cansado de golpear puertas para que nos ayuden”, cuenta la vecina, quien reitera que la escasez de agua no solo es estacional y ocurre en verano. “Es recurrente, no tenemos agua potable”, subraya, ansiando que alguna autoridad los ayude.